HISTORIA
El territorio donde se encuentra asentado el municipio de Villa Juárez estuvo habitado en dos sucesivas épocas de la antigüedad prehispánicas, por grupos indígenas completamente distintos en raza, cultura y origen. El estrato más antiguo evidentemente es el huasteco, así lo han calificado los arqueólogos según los datos que revelan las ruinas de los edificios allí existentes y las características de la cerámica ahí recogidas; este estrato cultural desaparece cuando se desploma la gran cultura huasteca en el siglo X de la era cristiana. El segundo estrato de los aborígenes que ocuparon esta región no es cultural, sino al contrario, es de regresión, pues la zona es invadida por los salvajes chichimecas que allí llegaron después; se dice que el altiplano potosino fue invadido por nómadas errantes al ser destruida Tula la gran metrópoli tolteca en 1116 d.C., a estos salvajes se les ha llamado generalmente chichimecas, este nombres es genérico y así se han denominado en común a diversas parcialidades que hablaban dialectos diferentes pero que tenían costumbres similares, ellos fueron los cuachichiles o guachichiles, negritos, pames, macolies, guamares, guascanes, samues, etc. Los descendientes de estos salvajes fueron combatidos por los conquistadores españoles en la segunda mitad del siglo XVI en la llamada Guerra Chichimeca que término en 1590 y al ser sometidos estos aborígenes, entonces comienza la colonización de esta zona. Los pueblos que se asentaron primero en este territorio del municipio de Villa Juárez, están presente por muchos núcleos arqueológicos. Cuando llegaron allí los primeros frailes misioneros ya habían terminado la guerra de los Chichimecas y los Guascanes que allí había, estaban apaciguados, además ya se encontraban en estado de decadencia y ese territorio estaba prácticamente despoblado; si había pequeños grupos dispersos remontados en la sierra, pero no mostraban agresividad. El primer fraile que entró a esta región indómita y salvaje fue fray Bernardo Cossin, de él sabemos poco, los cronistas no hablaron de él, su vida y sus trabajos quedaron en la oscuridad y el silencio. Fray Bernardo fue guardián del convento de San Miguel, luego fue al río Verde y su comarca; fue el primer europeo que entró en el país de los guachichiles, ninguno antes pudo haberse gloriado de haber bautizado a muchos indígenas; a él se debe la fundación de la iglesia del pueblo ahora llamado Santa María del Río, paso después a la región de los indios macolies parcialidad chichimeca colindante con los chichimecas guascanes y allí fray Bernardo hizo otra iglesia que llamó San Lorenzo y que junto con los macolies congregó a gente del señor que decían guazcamá. Como se deja ver por todo lo anterior, no se refieren fechas, pero todo ello es seguro que fue en algunos años después de los mediados del siglo XVI; los sitios donde anduvo Fray Bernardo y de que dieron noticia, todos ellos se encuentran aún con sus nombres primitivos en el actual municipio de Villa Juárez. Los alzamientos indígenas continuaron en esta región para recobrar su antigua libertad, éstos se salían de las rancherías o congregaciones como a dos leguas de Los Peotillos y junto a la sierra de Guaxcama, en unos ojos de agua se habían aunado y hecho junta cierta cantidad de chichimecas, que graves daños y vejaciones causaban a los carboneros circunvecinos. Visitó el puesto Gabriel Ortiz de Fuenmayor y averiguado el caso escarmentó a los culpados, saco de raíz a los demás y los redujo a sus poblados. Permitió a Diego Muñoz, vecino de San Luis que siguiera en aquél lugar con su gente y ganados, haciendo sementeras y labores, toda vez que de años atrás lo venían ejecutando y esto para mantener paz había sido de no poca consideración y ayuda, la concesión es del 10 de agosto de 1605. Así mismo había otros estancieros españoles que ya estaban asentados en este territorio desde fines del siglo XVI y principios del XVII, ellos fueron: El capitán Pedro de Sifuentes que había entrado en 1597 y a los 3 años tenía poblada una estancia cerca de la laguna llamada La Vieja; otro fue Francisco Negrete que hacia 1600 y por entonces defendía su concesión en contra de Sifuentes. Otros fueron el bachiller Pedro Mejía que gozaba de una concesión que le hizo el Conde de Monterrey en junio de 1598 en el sitio llamado La Laguna de Santo Domingo que formó parte de la hacienda San Antonio de Guaxcama; se menciona también al Lic. Vasco López de Vivero a quien el Virrey le concedió seis sitios de estancia para ganado menor y mayor, todos junto a la laguna La Vieja a Juan de Garay a quien el Virrey Conde de Monterrey le hizo una merced de dos sitios de estancia en la laguna de Santo Domingo y San Antonio de Guaxcama. Seguramente que muchos de ellos resultaron beneficiados con las tierras de que habían sido despojados los aborígenes por Ortiz de Fuenmayor en castigo de sus actos por alterar la paz en la región. Se dice que los guascamas o guascanes establecieron otra congregación en un valle llamado San Cristóbal Guaxcama. Durante la primera mitad del siglo XVII aumento notablemente la afluencia de estancieros españoles y mestizos en esta región y como consecuencia de ello había las uniones entre los recién llegados y los naturales del territorio, por esto aumento allí la población. Dos fueron por entonces los centros donde afluyó la gente nueva: uno el antiguo y tradicional de guaxcama, ubicado al sur, que llegó a ser una importante hacienda; el otro foco de población se fue formando lenta y gradualmente en la parte norte en lo que se llamaba las Carboneras. También por esta época se hizo notable la disminución de los aborígenes chichimecas en todas las regiones que habitaban en el altiplano potosino. En estas circunstancias, ya se ve que sólo por gente mestiza pudo poblarse el sitio hasta entonces llamado de Las Carboneras, y al establecerse allí alguna doctrina religiosa se le llamó Santa Gertrudis de la Carbonera. Para entonces ya tenía categoría de congregación y esto fue en 1643, no se menciona a esta congregación en ninguna de las relaciones de pueblos de los informes oficiales y religiosos del siglo XVIII, seguramente que era insignificante su importancia y así fue durante largos años. Sobrevino la Guerra de Independencia y once años después la consumación de ella en 1821. La primera Constitución Política de la República Mexicana se dictó en 1824 y en ella se estableció el Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí. Este estado promulgó su Constitución Política el 16 de octubre de 1826, poco después se erigió el ayuntamiento y por tanto el municipio de la Villa de Santa Gertrudis de La Carbonera y se señaló su jurisdicción territorial, según decreto Nº 46 de fecha 26 de septiembre de 1829, cuyo texto es como sigue:
Había por entonces cierta urgencia en la creación de este nuevo municipio. Al año siguiente de 1830 la misma Legislatura del Estado dictó su Ley Sobre Arreglo de Municipios del Estado, según decreto Nº 68 del 26 de abril de 1830, esta Ley en su artículo 10º dispuso ampliar la jurisdicción territorial del municipio de Santa Gertrudis de La Carbonera, su texto es como sigue: 10. La Villa de Santa Gertrudis de La Carbonera: Su municipio comprenderá los terrenos de la misma, Mezquites, Tepozán, Santo Domingo, Grangenal y la hacienda de San Antonio Guascama, con excepción del rancho de La Agua de En Medio, que se agregará a la Villa de La Pastora. El municipio de Santa Gertrudis de La Carbonera conservó oficialmente esta denominación desde su erección con esa categoría política hasta los años de la guerra de reforma; y fue durante esta encarnizada contienda cuando el Gobernador del Estado Lic. Vicente Chicosein, que se distinguió por sus ideas liberales al rojo vivo, ordenó que se le suprimiera la advocación religiosa que era la patrona del pueblo y desde entonces el nombre oficial de este municipio fue simplemente el de Carbonera, estando sujeta esta municipalidad al partido de Guadalcázar. Fue entonces cuando se decretó la división de Guadalcázar, del que se hicieran dos partidos: Uno se siguió llamando partido de Guadalcazar y el otro partido que sería el de Cerritos, aunque no se dijo, tendría su cabecera en Cerritos. Este decreto no tiene número, ni fue expedido por la Legislatura del Estado, sino sólo por la omnipotente voluntad del Lic. Chicosein, según se dijo allí... “en uso de las amplias facultades de que se halla investido este gobierno”... Este irregular decreto tiene fecha 22 de julio de 1859 y en su artículo 2º se ordenó: “Municipio de La Carbonera, con separación del Tepozán, Mezquites Grandes y Tanquito, que se agregarán al municipio de la cabecera”. Esta es la primera vez en que, de una manera oficial dejo de usarse el tradicional nombre del municipio que era el de Santa Gertrudis de La Carbonera, pero a poco se le quito la partícula “la” y se le llamó simplemente, municipio de Carbonera. Así se le menciona en junio de 1874, en una lista de las escuelas públicas de las municipalidades, en la memoria que se escribió en la administración del general Mariano Escobedo, Gobernador del Estado de San Luis Potosí, en 1874. Los gobiernos de los generales Mariano Escobedo y Carlos Díez Gutiérrez, acabaron con las gavillas de insurrectos que se habían proliferado en sus respectivas épocas, puede decirse que desde entonces quedó pacificado todo el estado. Fue también en estas épocas cuando diversas municipalidades gozaron de notable auge económico, claro está que aumento la población, los negocios y el comercio en general. Algunos años después el ferrocarril transformó las posibilidades económicas del municipio de Carbonera, la vía férrea San Luis - Tampico atravesó su territorio, esta vía se comenzó a construir en 1878 y se terminó el 30 de marzo de 1890. Por entonces no había en esa vía ninguna estación ubicada en ese territorio del municipio de Carbonera, fue hasta después cuando por el aumento de tráfico de carga se hizo necesario que al borde de la vía se establecieran las estaciones de: Estación Gato, Estación Borreguitos y Estación El Tejocote, que a la fecha existen. No hubo suceso notable en el municipio de Carbonera en los años posteriores hasta que a partir de 1910 se comenzó a saber de las primeras noticias de la Revolución, de los acontecimientos registrados en San Luis Potosí y después algo de las gavillas armadas que merodeaban por los municipios inmediatos, sobre todo del de Ciudad del Maíz donde las fuerzas de los hermanos Cedillo unidos a las de Carrera Torres habían asaltado algunas haciendas y rancherías. Un día de mediados de febrero de 1913, de improviso llegó allí una gavilla de bandoleros y aprovechando que no había guarnición federal ocuparon sin ninguna resistencia la plaza inerme. No cometieron abuso alguno en el vecindario, sólo se concretaron a exigir dinero de los principales vecinos bajo la amenaza de las armas, ni siquiera se habló de que hubieran saqueado las tiendas, sólo de que impusieron fuertes “préstamos” a algunos comerciantes, uno de ellos fue don Francisco Vázquez, tampoco se supo el nombre del cabecilla de los asaltantes. Al parecer esto fue lo único que durante la revolución, sufrió el municipio de Carboneras. Restablecida la paz en la República y ya en la década de los años veinte se procedió a la ejecución de la Leyes Agrarias y fueron fraccionadas las principales fincas agrícolas ubicadas en este municipio. Al parecer con la complacencia del Gobierno Federal, el general Saturnino Cedillo Martínez asumió la gubernatura del Estado, el 26 de septiembre de 1927, para entonces ya el vecindario apoyado por algunas instituciones había iniciado el que se cambiara el nombre de Carbonera que había tenido esta localidad desde sus orígenes, aduciendo lo rústico del tradicional nombre que resultaba inadecuado, cuando que otros municipios se honraban con los nombres de algunos patricios nacionales. El recién gobernador Cedillo apoyó la petición y así fue como el año de 1928 se suprimió oficialmente el nombre de Carbonera y se impuso el nombre de municipio de Villa Juárez, que conserva hasta la fecha. Durante los años de esta década se fomentó notablemente la explotación del azufre en la zona de guaxcama, los yacimientos se localizan a doce kilómetros al sur de Villa Juárez. Principales renglones de la economía de este municipio lo son también sus yacimientos de yeso y florita. Es importante destacar que en este municipio existe el manantial de San Tiburcio que produce un río de agua limpia y alcalina y que al sur en el plan de guaxcama se encuentra una represa de almacenamiento. Allí son interesantes sus amplías construcciones y las ruinas de la hacienda, su trapiche hidráulico para moler caña de azúcar y su fábrica mezcalera. Existe un acueducto construido con arcos que conducía el agua, ligeramente azufrada desde el manantial de Buena Vista hasta la hacienda. Cronología de Hechos Históricos
Cronología de los Presidentes Municipales
Localización El municipio se encuentra localizado en la parte noreste del estado, en la zona media, la cabecera municipal tiene las siguientes coordenadas: 100º16’ de longitud oeste y 22º19’ de latitud norte, con una altura de 1,110 metros sobre el nivel del mar. Sus límites son: al norte, Cerritos; al noreste, Ciudad del Maíz; al este y sur,Río Verde; al oeste, San Nicolás Tolentino. Su distancia aproximada a la capital del estado es de 118 kilómetros. |
BIBLIOGRAFIA
- http://www.inafed.gob.mx/work/templates/enciclo/sanluispotosi/municipios/24052a.htm